En el mundo del entretenimiento, muchos artistas alcanzan la fama y el reconocimiento, pero algunos deciden dar un giro radical a sus vidas, dejando la televisión y el estrellato atrás. Este es el caso de doce famosos que, tras años de éxito en la pantalla, optaron por vivir en el anonimato y dedicarse a carreras completamente diferentes.
Eunice Bahia, conocida por su papel en “Tainá: Uma Aventura na Amazônia”, se alejó del cine para convertirse en diseñadora de moda y coordinadora de figurino en el Balé de São Paulo. A sus 34 años, Eunice se siente nostálgica por su tiempo en la actuación, aunque ha encontrado satisfacción en su nueva carrera y en su marca de arte.
Pedro Agum, quien debutó en “Explode Coração” a los cuatro años, decidió dejar la actuación y, tras estudiar ingeniería, se convirtió en docente de matemáticas. Su pasión por la enseñanza lo llevó a iniciar una nueva carrera académica.
Marcelo Patelli, famoso por su interpretación en “Sítio do Pica-Pau Amarelo”, abandonó la actuación para dedicarse al turismo, convirtiéndose en gerente ejecutivo en CVC. Su éxito en este ámbito lo mantiene alejado de los reflectores.
Priscila CTO, conocida por ser paquita de Xuxa, también se alejó de la televisión. A pesar de seguir haciendo presentaciones, se enfoca en su carrera como abogada y disfruta de su vida fuera del espectáculo.
Daniela Faria, quien tuvo un exitoso paso por la televisión brasileña, se mudó a Portugal, donde se casó y se convirtió al evangelismo, dejando atrás la actuación.
Elida Muniz, tras una carrera en novelas, se formó en diseño de moda y ahora vive en Nueva York como creadora de contenido. Gabriel Weiner, que trabajó en varias producciones de Globo, se dedicó a la filosofía y al mundo de los cómics.
Felipe Fogos, después de una carrera en la actuación, se convirtió en guionista y autor de cómics, mientras que Karina Ferrari se reencontró con su pasión por la danza y ha explorado su talento musical.
Estos artistas, que una vez brillaron en la televisión, han encontrado nuevas pasiones y caminos en la vida, recordándonos que el éxito no siempre se mide por la fama, sino por la satisfacción personal y profesional.